Era principios de los 90, y yo estudiaba la —poco provechosa— carrera de Comunicación.
Por circunstancias que no voy a contar aquí para no hacer esta historia más larga, terminé apalabrada para trabajar en el viejo y querido WFM* bajo las órdenes de Arturo López Gavito*.
Yo, emocionadísima.
Era la LEGENDARIA WFM…
Pero Gavito me quería de tiempo completo, y yo era una chamaca (igual que él, somos de la misma edad) que solo podía ir a la estación medio tiempo porque seguía en la universidad.
Muy serio, Arturo me sugirió dejar la carrera.
No solo porque le convenía tener una asistente de tiempo completo, sino con la mejor de las intenciones: pensaba que yo tenía más oportunidades de hacerla en la radio (que me encanta) si me comprometía por completo y dejaba la escuela.
Nunca me lo dijo, pero sospecho que él también pensaba que mi carrera era “poco provechosa”...
Me hizo pensar. Me hizo dudar.
Cuando entré a la carrera, estaba decidida a terminarla.
Pero en el camino se me presentó una oportunidad... y una decisión.
Por supuesto, Arturo no me pidió dejar la carrera para trabajar con él —solo fue una sugerencia—, pero sus argumentos me cimbraron.
¿Dejar la carrera de Comunicación y dedicarme de lleno a la radio, o continuar la universidad?
Al final, decidí terminar la carrera. ¿Por qué?
Porque estaba segura —aun con mi inexperiencia y juventud— de que acabarla me daría más control sobre mis decisiones futuras; estuvieran relacionadas con mi campo o no.
Recuerdo que Arturo se sorprendió, pero no dijo nada.
¡Y las cosas de la vida! Nunca trabajé con Arturo ni con nadie del equipo original de WFM porque, unas semanas antes de que mi entrada fuera oficial, todos renunciaron en protesta contra Televisa. De un día para otro, WFM se quedó sin gente.
Ahí fue cuando entraron Fernanda Familiar, Eduardo Videgaray y Esteban Silva, marcando una segunda etapa en la historia de la estación.
Yo me quedé trabajando para Videgaray (quien se quedó en el departamento de Gavito), pero solo aguanté unos meses: no me pagaban, la estación estaba lejísimos de mi casa… y recuerda, yo seguía estudiando.
Conclusión: fue una buena decisión seguir con la universidad.
Este es solo un ejemplo de las muchas decisiones que he tomado y que han resultado excelentes para mi vida, tanto personal como profesional.
Y no es por presumir, pero no son casualidad.
Hay lógica y estructura detrás de cada elección.
No necesitas saber el futuro (jamás imaginé que todo un equipo de radio renunciara —o lo corrieran, hay debates— de un día para otro).
Lo que sí necesitas es saber qué quieres tú y qué te conviene a largo plazo.
💬 ¿Tú también tienes una historia así, donde una gran decisión cambió tu vida?
Cuéntamela. Me encanta escuchar decisiones bien tomadas (¡o bien contadas!).
Y si tienes una decisión en puerta y no sabes por dónde empezar… también te puedo ayudar. Es justo el giro de mi trabajo ahora.
Puedes ver el gig aquí > (en inglés) https://www.fiverr.com/s/pdNDG3o
O escríbeme sin pena ni tapujos :)
Con nostalgia noventera,
So
*Qué fue WFM (espectacuar recuento de la estación con sus principales protagonistas)